Friday, April 20, 2007

Instituto de Salud Rebulero Presenta:





La Amenaza del Fecaloma:
Informe Investigativo para el Tratamiento y la Prevencion








Esta semana ha sido una dificil para todos los miembros del Rebuleo Crew debido a los problemas de salud de nuestro querido "Pucho", quien desde hace mucho tiempo
ha tenido serios problemas en el area estomacal y rectal de su cuerpo.

Muchos recordaran el episodio de dolores masivos estomacales cuales lo hicieron pensar que sufria de una apendicitis hace mucho tiempo atras.
Al llegar a la oficina de su doctor y recibir una serie de pruebas su medico le informo que su problema no era una apendicitis, sino una coleccion de heces fecales endurecidas y aposentadas en las paredes de su intestino.
Otros miembros de nuestra institucion tambien sufren de problemas estomacales graves como "El Gran Bolillo", quien regularmente sufre de episodios de diarrheas volcanicas bautizadas como "La Venganza del Bolillo" o nuestro querido "Bum" quien sufre de estreñimientos cronicos.
Los casos de estreñimientos cronicos pueden servir como preambulo a la crisis que nuestro "Pucho" sufrio un tiempo atras cuando se aposentaron las heces fecales en su sistema causando un gran dolor punzante y la necesidad de procedimientos medicos en su recto para liberarlas.

Para evitar que mas Rebuleros tengan que sufrir de esta aberracion intestinal les presentamos este informe y guia para sobrevivir un tenebroso episodio de fecaloma.

La impactación fecal o fecaloma es una acumulación de heces endurecidas y compactas que el paciente no puede expulsar espontáneamente. La localización más frecuente del fecaloma es la ampolla rectal (70% de los casos), seguida por el colon sigmoide y el colon proximal (20% y 10% de los casos respectivamente). El síntoma habitual de sospecha es el estreñimiento, pero en ocasiones puede aparecer como una diarrea por rebosamiento de las heces retenidas proximalmente a la impactación. El diagnóstico se puede realizar mediante el tacto rectal, al palpar una masa fecal endurecida que ocupa la ampolla del recto. Si la impactación fecal es alta la ampolla rectal estará libre de heces, siendo útil realizar en estos casos una radiografía simple de abdomen. Los fecalomas que se pueden extraer manualmente son aquellos que están situados en la ampolla rectal.


- Preparacion del material necesario:

Antes de llevar a cabo cualquier técnica hay que tener preparado el material que se va a emplear, que en este caso consiste en:
  • Guantes desechables.
  • Lubricante anestésico hidrosoluble.
  • Material para el aseo del paciente (toalla, jofaina y jabón).
  • Un hule o un protector para la cama.
  • Una cuña o un recipiente para recoger las heces.
  • Enema de limpieza







Para llevar a cabo la extracción manual de un fecaloma hay que efectuar los siguientes pasos:
- Lávese las manos y enfúndese un guante en la mano no dominante y dos guantes en la mano dominante (evita la contaminación si se rompe el guante externo).

- Explíquele al paciente el procedimiento y solicite su colaboración.

- Ayude al paciente a colocarse en decúbito lateral derecho, con la rodilla izquierda ligeramente flexionada (esta posición sitúa el colon sigmoideo en la parte más alta y facilita la extracción de las heces).

- Ponga el hule o el protector bajo las caderas del paciente y exponga solo las nalgas.
Sitúe a mano la cuña o el recipiente donde vaya a depositar las heces.

- Vacíe una o dos cánulas de lubricante anestésico hidrosoluble en la ampolla rectal del paciente y espere unos diez minutos a que haga efecto.

- Lubrique abundantemente el dedo incide de su mano dominante.

- Comuníquele al paciente que va a comenzar el procedimiento. Sugiérale que inspire profundamente y que espire con lentitud, ya que así se promueve la relajación del esfínter anal externo. A continuación indíquele que realice un esfuerzo defecatorio y aproveche ese momento para introducir el dedo índice en el recto (hágalo delicadamente y en dirección al ombligo).

- De manera suave, realice movimientos rotatorios con su dedo índice, para así romper el fecaloma.
Con un movimiento de retracción del dedo, extraiga los fragmentos que haya obtenido y deposítelos en la cuña. Repita esta operación varias veces hasta que consiga retirar la mayor cantidad posible de heces, pero tenga en cuenta que:
  • Es conveniente realizar pequeñas pausas para favorecer tanto el descenso de la masa fecal como el descanso del paciente.
  • Se debe suspender el procedimiento ante la aparición de sangrado, de dolor anal intenso o de cualquier indicativo de reacción vagal (sudoración, malestar, palidez facial, palpitaciones).
  • Si el fecaloma es muy grande, se debe valorar la posibilidad de extraerlo en varias sesiones.
- Finalizada la extracción, limpie la zona anal, cubra al paciente, retire la cuña y deseche las heces. A continuación, quítese los guantes volviéndolos al revés y deposítelos en el recipiente adecuado.
Proceda nuevamente a lavarse las manos y a enfundarse unos guantes.
Coloque al paciente sobre la cuña o acompáñelo al inodoro (la estimulación digital puede inducir el reflejo de defecación).
Una vez finalizado todo el procedimiento, realice el aseo del paciente.




Durante la extracción del fecaloma es importante que el paciente esté relajado y que colabore. Si prevemos que puede presentarse alguna dificultad en este sentido, se puede administrar un sedante de vida media corta (por ejemplo midazolam) treinta minutos antes.

Fig. 1
Tras la extracción del fecaloma es conveniente administrar un enema de limpieza (fig 1), con el fin de extraer el contenido fecal restante. Además, en los días siguientes, se deben de pautar laxantes osmóticos (20-30 g de lactulosa o lactitol diarios por vía oral).

Recuerde que el paciente debe recibir el fluido de la enema por completo y sostenerlo dentro de su cavidad anal por

Fig. 2
diez minutos(fig 2.)
Entendemos que al seguir estos pasos al pie de la letra
podra destruir la amenza de cualquier crisis de Fecaloma.

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